Se cuentan ya 69 años de aquel 5 de febrero histórico en que por vez primera sonaron clarines y timbales, ordenando que se abriera la puerta de cuadrillas de la plaza México, para que hicieran el paseíllo Luis Castro “El Soldado”, Luis Procuna, llamado “El Berrendito de San Juan”, y el “Monstro de Córdoba”, Manuel Rodríguez “Manolete”, para lidiar un encierro de una ganadería de celebridad tal a la misma altura que las figuras que esa tarde inauguraban la plaza San Mateo.
Sesenta y nueve años han transcurrido desde entonces. Hacer historia no viene al caso. Mencionar nombres conlleva el pecado de cometer olvidos; traer y mencionar recuerdos obligaría a escribir un volumen tamaño bíblico. Si se me pidiera resaltar una sola e importantísima cosa, y yo me lo estoy autodemandando, la respuesta es ésta: la plaza a su primera visita sigue impresionándoles, marcando recuerdos imborrables para aquellos chavales, chamacos, chilpallates, escuincles que acuden a sus tendidos por primera vez.
El impacto que les causa esa primera estancia en la monumental e impactante plaza, “el embudo de Insurgentes” les deja una marca indeleble. No se ha escuchado nunca decir a alguien que haya sido llevado un domingo a tarde de toros que después, pasando los años, dejó de ser aficionado y mientras esto siga ocurriendo seguirán creciendo las filas de aficionados, y esto lo comprobaremos esta tarde en corrida de aniversario.
Sebastián Castela, representando a la torería gala, partirá plaza este jueves por la noche a las 20 horas, junto con Octavio García “El Payo”, torero que llega al importante sitio que hoy ocupa, por “sus propios cojones”, es decir, él no es toreo de Slim ni de Bailleres, ni de Peralta, Aleman o Herrerías. Su puesto en tan importante cartel es en reconocimiento a su toreo de valor, arte y una gran presencia de triunfador festejo tras festejo, lo que lo ha puesto a cabeza de los coletudos nacionales. Con ellos va otro gallo de pelea, con espolones bien puestos y un arte que desborda, Arturo Saldivar. La ganadería anunciada, Barralva, de los señores Alvárez Bilbao.
Interesante, muy interesante luce este fin de semana y sobre todo el panorama a los ojos de este juez-escribidor, mañana viernes en la hacienda San Miguel Baez, bella y hermosamente restaurada, con su capilla del siglo XVIII y lienzo charro habilitado como plaza de tientas, cerquita de Huamantla.
Toros de Zacatepec de los hermanos Bernardo, Mariano y Pablo Muñoz Reynaud, y uno de Coyotepc, de José Ángel López Lima, para el rejoneador Horacio Casas, y a pie; Jerónimo, el conductor de México Bravo en Proyecto Canal 40, Juan Antonio Hernández y el novillero Pepe Zavala.
Modesto festejo que tendrá música de pasodobles a cargo de la Orquesta Sinfónica de Tlaxcala. Acceso al evento con invitación privada. Y domingo 8, a las 15.30 horas, mismo estado de Tlaxcala, población de Lázaro Cárdenas, usted puede llegar fácilmente, arribita de Ciudad Industrial Xicotencantl, al final de la glorieta norte está la señal que le lleva.
Toros de Rancho Seco, de don Sergio Hernández González, y de Piedras Negras, de Marco A. González Villa, para el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, que de esta forma colaborando para un noble causa, inicia en este festival su periplo por plazas de la república mexicana, la cuadra con la que cruzó el Atlántico, incluye a Napoleón, el inquieto Churrumais, y por supuesto al caballo estrella Pirata, alternando en este festival de lujo con Federico Pizarro, José Luis Angelino, Guillermo Veloz “El Pausao” y el matador hispano Ángel Parra. La carretera es buena y no está muy lejos. ¡Ayquir!
Majestuosa, así luce la gran plaza en sus tardes de llenos, en sus días de cumpleaños.
Arturo Saldívar, el de Teocaltiche (Jalisco), antes de partir a iniciar temporada en España estará en la 69 aniversario de la México.
Sebastián Castella llega a la México con la espuerta cargada de trodeos ganados en cuanta feria se ha presentado.
Octavio García El Payo, un torero que ha llegado hasta donde ha llegado, adonde todos quisieran llegar, por puros méritos propios. Ahora sí que ¡por sus puros eggs!