Digo esto, escribo esto porque es mi obligación hacerlo; y no porque la opinión de este escribidor sea muy importante, sí no porque he sido uno de los que más han vertido elogios, llenos de esperanza, claro para el chaval del Perú, pero el martes 24 de mayo en la 18ava corrida del serial sanisidril, Madrid paró, detuvo a Andrés Roca Rey, dejando muy claro que para ser figura del toreo se requiere una personalidad muy regia que Andrés carece de ella.

En definitiva, no todo es valor; ganas de ser, el asombro del arrebato, eso no lo es todo. Hacen falta, mucha falta; años de ardua preparación para alcanzar la madurez —como en los buenos vinos, es el reposo en barrica—, para llegar a lo que ha llegado David Mora.

Lágrimas, sonrisas, abrazos con su apoderado, Antonio Tejero, con su gente. Exactamente 2 años y 4 días después de la cornada, sección de femoral que el diestro sufrió en esa misma plaza, recibiendo a portagayola a uno del "Ventorrillo".

La emotividad de la tarde inició al finalizar el paseíllo, cuando Mora fue sacado, ovacionado en el tercio en una demostración única de cariño del público. La ovación se renovó en brío e intensidad, cuando el renacido Matador brindó al cirujano, Jefe de los Servicios Médicos de "Las Ventas" Dr. Máximo García Pádros.

De ahí, lo de las lágrimas que arriba anotamos. Dos años eternos en que esa pierna seccionada su femoral, se negaba a obedecer a la rehabilitación, se negaba a caminar. El dramatismo parece ser el sino que acompaña a Mora, sobre todo cuando éste viste de luces. Fue en ese, su primero de "Alcurrucen", fue un error técnico, al inicio de faena de muleta.

Antes, en su turno al quite, Roca Rey se había echado el capote a la espalda para quitar por "saltilleras", y David respondió con una tanda de temerarias "Gaoneras" —¿Porqué el toreo clásico a la mexicana sale a relucir en estos momentos cumbre y los "nuestros" parecen olvidarlo?—, rematadas con un lance en el que el envés del capote barrió el lomo entero del negro astífino.

El error, que puso a la gente de pie: un pase de péndulo retardado, con además, todo en contra, el toro muy cerrado en tablas y el cite por el pitón que más había arrollado amenazante. Golpazo sin consecuencias y lo demás...fue la gloria del triunfo, con un toro repetidor que metía el hocico haciendo surcos en la arena. Toro premiado con "Vuelta al ruedo", premio que en cualquier otra plaza no hubiera sido menor al indulto. "Macareno" se llamó el extraordinario toro con el hierro de "Alcurrucen".

¡Una efemérides para no recordar!

Las efemérides son para eso, para recordarse o para hacernos recordar que en tal fecha ocurrió algo importante, pero esta que comentamos hoy del 27 de mayo de 1972 parece invitar a NO recordarle, esa fecha hace ya 44 años fue la última vez que un torero mexicano abrió, hizo abrir la puerta grande de la plaza de Las Ventas del Espíritu Santo en Madrid, la que da a la calle de Alcalá.

Y, fue el regiomontano, Eloy Cavazos en ese año del 72, el de su presentación en los "sanisidros". Desde esa tarde ningún otro coletudo paisano nuestro ha logrado que se repita tal hazaña. Unos días antes el 23 de mayo; en esa misma plaza, misma puerta abierta por "Curro" Rivera al cortar 4 orejas 4 a toros de "Atanasio Fernández".

De ahí a nuestros días, la maldición gitana ha caído sobre la torería azteca, y ningún paisano nuestro ha logrado, de salida cruzar esa mítica puerta llevando dos orejas en mano. Mil argumentos se han dado para explicar la ausencia de triunfos grandes y sonados en esa plaza, capital mundial del toreo por parte de nuestros toreros: que les falta rodaje, llegan con escaso número de corridas toreadas y muy pocas de ellas, con toros de y en España.

Y otra cosa que poco se dice, pero debe mencionarse: el gran número de toreros, la lista es enorme que llegan a Madrid con el único propósito de confirmar ahí su alternativa, en esa plaza, lo logran, al precio, al co$to que $ea y ya se dan por satisfechos, sabiendo, a conciencia que nunca, nunca más volverán a pisar ese albero.

La otra razón y quizá la que más influye, es una; no, no es una, son dos, y se llaman pitones. Los que allá los toros tienen...qué de verdad quitan el sueño y quitan a muchos de soñar con hacer el paseíllo de nuevo en esa plaza.

Leonardo Hernández es un rejoneador joven, hijo de padre rejoneador también;  ya hizo temporada en México hace un par de años sin mucha fortuna, sin embargo, conocedores que le han visto, han hablado de muchas virtudes que le adornan en el arte de lidiar reses bravas a caballo. Y, bien demostrado ha dejado que quienes confiaban en él, equivocados no estaban.

Se había dicho de él que: "no era la primera vez que imponía su ley cercando su territorio. Lanzando un desgarrado rugido propio del mismísimo Rey de la Selva. Pero ese ensordecedor bramido sonó con una fuerza inusitada, nunca antes escuchada en la jungla madrileña".

Verdaderamente; la plaza de "Las Ventas" tembló hasta, los cimientos con el rugido del leopardo; Leonardo se leía en el cartel. Dos orejas en el tercero de la tarde y las otras dos del que hizo sexto, de los de "San Pelayo" toros del hierro de la familia Capea.

El toreo de Leonardo fue de mucho temple y suavidad con magistral galope de costado, rematando por los adentros con sensacional trincheras. Banderillas clavadas de frente a inverosímil distancia. Con cuatro orejas en mano ha salido triunfador por la Puerta Grande.

PÍES DE FOTOS:

FOTO 1.- David Mora, salida a hombros después de cortar las dos orejas de "Macareno" toro del hierro de "Alcurrucen" de "Vuelta al ruedo"

FOTO 2.- "A salvo en la furgoneta". Oportuna foto, David Mora con sonrisa de satisfacción, la mirada recorriendo, recordando la salida a hombros desde la puerta grande; el sabor del triunfo.

FOTO 3.- Será esta la causa: el tamaño de los pitones, por la que difícilmente nuestros toreros se ven acartelados en "Las Ventas". Estocadón de David Mora para dos orejas.

FOTO 4.- Aupado, a hombros, cruzando la Puerta Grande de "Las Ventas".

FOTO 5.- Toreo de frente, de mucha verdad el de Leonardo, "Leopardo" Hernández, cortando 4 orejas 4 y conquistando los "sanisidros".