El municipio de San Martín Texmelucan es en estos momentos un foco rojo de delincuencia que no tarda en generar un caos total.
En este lugar, conocido por ser el de mayor comercio textil, la delincuencia, sobre todo la del Estado de México y de la Ciudad de México, está asentando sus reales en todo lo relacionado al narcomenudeo, venta de autopartes y de vehículos robados, además de trata de personas.
Es en este punto donde opera una red de narcomenudistas que tienen narcotienditas donde venden cocaína en grapas, gramos y hasta kilos.
Quienes operan en esta zona, contando con apoyo de delincuencia poblana, son sujetos que provienen del barrio de Tepito, además de otros que han pertenecido a corporaciones policiacas.
Estos son quienes se encargan de traer este alcaloide y otros más que venden en sus domicilios.
Hay narcomenudistas de la tercera edad que cuentan con la protección policiaca necesaria para que nadie los moleste.
Además del narcomenudeo, la venta de hidrocarburo robado es otro negocio fuerte, porque muchos compradores provienen del Estado y de la Ciudad de México.
Ha sido en municipios cercanos, como San Matías Tlalancaleca, donde las mafias están enfrentando a las fuerzas de seguridad, como ocurre en “El Triángulo Rojo”, solo que la presencia de los cuerpos policiacos no es una constante.
Pero además del robo de hidrocarburos, el narcomenudeo, la venta de autopartes y vehículos robados, sin dejar de mencionar la trata, otro delito que beneficia a la delincuencia es el "robo hormiga" que ocurre al interior del tianguis que todos los martes se establece en este municipio.
Las mafias que se dedican a robar dentro del tianguis ganan considerables sumas de dinero al llevarse pacas de ropa, de zapatos y de otros artículos, mismos que más tarde se venden en Tepito o en otros puntos de la Ciudad de México.
Quienes enviaron el reporte a esta columna de lo que está ocurriendo, dicen que la Policía Municipal no solo está rebasada por la delincuencia, sino que además ya la compraron.
Otros delitos graves que están ocurriendo son los asaltos a comercios, casas habitación, transeúntes, donde han llegado a concluir que los agentes de la Policía Ministerial adscritos están también implicados.
Existe la solicitud a la Procuraduría General de la República e incluso a la Marina, para que constate que en bares y casas de citas operan organizaciones delictivas que obligan a mujeres a prostituirse, sobre todo a menores de edad.
Nos vemos cuando nos veamos.