Hace exactamente un año, la presidenta Karina Pérez Popoca, buscaba no solo ser la presidenta municipal de San Andrés Cholula, sino primero obtener la candidatura del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) al cargo.

Ambas cosas, -muy a su estilo- las logró con mucho esfuerzo, incluso con una manifestación en las instalaciones de Morena en la capital poblana, cuando parecía que le iban a dar la candidatura a la esposa de su ahora detractor Sergio Quiroz Corona.

Ahora, no solo logró esos objetivos, sino que ha cambiado en poco tiempo el rostro político de San Andrés Cholula.

El municipio sanandreseño pasó de ser un bastón del Partido Acción Nacional (PAN) por más de 20 años, a uno de Morena, en menos de cinco meses.

Gracias a estos logros, la aguerrida alcaldesa ha logrado posicionarse políticamente como una de las mayores lideres de los presidentes municipales de su instituto político.

Además, ahora ya se sabe que es una de las consentidas del candidato a gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta.

Incluso fue la única entre los presidentes municipales de Morena, que dio un mensaje en el inicio de la campaña del exsenador en el Centro Expositor, donde literalmente se jalaban el micrófono para hablar.

Y es que Karina Pérez Popoca, en poco tiempo ha logrado este posicionamiento, gracias al trabajo que ha desempeñado en su municipio, dicen los que saben.

Esto ha tenido la aprobación de quienes están en las altas esferas no solo poblanas, sino en el país.

Pensar que hace cuatro años, Pérez Popoca, pasó de estarse escondiendo para no ser una más de las presas políticas de Rafael Moreno Valle a ser una de las mujeres que más poder político está tomando en el Estado.

Ahora, está en los cuernos de la luna en las huestes morenistas, muy pero muy arriba de la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, que ha desaprovechado su oportunidad.

No hay que perder de vista a la presidenta municipal sanandreseña, que crecerá aún más políticamente y dará aún mucho que escribir.

Parece mentira que el candidato que lleva una ventaja mínima de 3 a 1 (según las encuestas), es el que más está trabajando en campo para obtener votos.

¿Será que Luis Miguel Barbosa quiere un 4, 5 o hasta 6-1 de ventaja?

Y es que es el único abanderado que en los primeros tres días está recorriendo los distintos municipios de Puebla, hasta dos y tres diariamente.

Mientras, Enrique Cárdenas, para no extrañar las aulas visita universidades de paga y a empresarios adinerados en salones cerrados.

Y lo peor es que ya anunció que solo visitará a un municipio por semana.

Pero esto no es nuevo en el ex rector de la UDLAP, quien cuando buscó ser candidato independiente el año pasado, tampoco se ensució los zapatos y se le olvidó o le dio flojera ir al interior del Estado.

Creyó que las firmas de apoyo llegarían solas.

Al parecer no aprendió la lección y ahora cree que los votos llegarán de las aulas universitarias y de cúpulas empresariales, sin polvearse la corbata.

En tanto, Alberto Jiménez Merino, quien supuestamente conoce de pe a pa la entidad, también se ha enclaustrado en “reuniones con líderes” de colonias de Puebla capital.

Claro, de pronto se va a bolear solito -o con fotógrafo- los zapatos al zócalo de Puebla, en una imagen muy trillada y muy priista.

Al inicio de la campaña fue el único que se desveló para arrancar en el primer minuto y acudir a la Central de abasto a las 5 de la mañana a saludar a los trabajadores y comerciantes.

Todo parecía indicar que iba con todo.

Dos días después, ese ritmo se frenó.

En cambio, Luis Miguel Barbosa, trabaja intensamente.

Más de dos le apostaban a que iba a ser el que menos saliera de Puebla capital, sobre todo por su estado de salud.

Pero esa teoría ya fue echada por la borda.

¿Será que los dos contendientes de Barbosa ya se dieron por vencidos y ahora evitan la fatiga o se quieren ahorrar una lana?

Tiempo al tiempo.