En el papel y para la eficiente operación gubernamental, la creación de tres Institutos y al menos cinco secretarías más como parte de la nueva administración estatal está más que justificada, sin embargo existe un alto riesgo de generar un peligroso engrosamiento de la burocracia.

Vayamos por partes. Ayer, después de la entrega de la iniciativa del gobernador electo Miguel Barbosa para reformar la Ley de la Administración Pública, pudimos observar que con esta reingeniería pretende cumplir con los compromisos adquiridos durante la campaña.

La creación del Instituto del Deporte, del Instituto para Personas con Disparidad; así como el Instituto de Atención a Pueblos Originarios; se encuentra perfectamente justificada. Se tratan de sectores que durante los últimos años estuvieron entre la sombra y el abandono.

Misma situación se observa con la creación de las nuevas secretarías y en particular con las necesarias separaciones de dependencias como la del Trabajo de Economía, Transporte de Infraestructura y Cultura de Turismo.

Solicitar a los diputados presupuesto y autonomía para Igualdad Sustantiva, refleja la intención de darle un sentido humano al próximo gobierno y en conjunto la reforma puede calificarse como audaz, una trascendente reingeniería gubernamental para Puebla.

Al mismo tiempo, el reto será elegir correctamente a los perfiles que laborarán en dichas dependencias, se trata de lograr la mayor eficiencia administrativa para que funcionen correctamente las actuales y las nuevas secretarías, sin que se engrose la nómina estatal.

Si bien es cierto que espacios como la Fiscalía General del Estado han señalado la necesidad de aumentar el número de personal a fin de brindar mejores resultados, recordemos que un alto número de burócratas deriva en una estructura administrativa obesa que por consecuencia pone en jaque las finanzas públicas y en Puebla nos urge administrar correctamente cada peso.

El día de Ayer nuevamente Miguel Barbosa marcó parte de la agenda mediática al anunciar dos nombramientos, a través de su cuenta de Twitter, justo a las siete de la mañana.

No es la primera vez en la cual el gobernador electo decide utilizar ese horario para informar o comunicar sus decisiones, lo que irremediablemente ha hecho que muchos se pregunten si querrá copiar el esquema de Andrés Manuel.

Yo lo veo en una lógica distinta. Le ha funcionado muy bien el marcar la agenda desde su cuenta de Twitter enviando mensajes tempraneros. No sería mala idea que convirtiera esa práctica en una constante, lanzando tuits estratégicos desde el amanecer para informar de los temas relevantes de su gobierno; porque de sólo pensar en que optara por las ruedas de prensa mañaneras, me dan escalofríos.

Está más que demostrado que las ruedas de prensa del presidente, llamadas mañaneras, son más un ejercicio de promoción que de rendición de cuentas. Y no veo en Barbosa esas intenciones de auto-fomentar el culto a la persona.