Este jueves 15 de agosto un párroco de una iglesia de Tecamachalco se refirió a la empresaria María Luisa, de 61 años de edad, secuestrada por tres hombres armados en el interior del negocio "Tracto Camiones Camacho", el pasado viernes 9 de agosto, como la que "Gracias a Dios", había regresado sana y salva a su casa.
Lo que en otra a cosas indicaba que sus familiares habrían pagado el dinero de rescate y que ahora sólo le quedaba a la familia y a la víctima resignarse y continuar con su vida, sin mirar atrás, no su pérdida economía, ni la pérdida de confianza a las autoridades, sobre todo las de Puebla.
El secuestro de esta mujer es uno de los más, de los cientos que han ocurrido en la zona de "El Triángulo Rojo", sobre todo porque desde su inicio hubo fuga de información y de esto sólo hay un culpable, la Ministerio Público de Tepeaca.
Y es que esta servidor público cometió una de las torpezas más grandes que se pueden cometer en un secuestro, y le digo torpeza, porque de otra forma tendría que comentarle que estaría coludida con la banda de secuestradores, de los que todos afirman puede ser Jalit Cano Parra, a quien todos identifican como "El Mamer".
Y es que la Ministerio Público de Tepeaca, Rosa María Ramírez Palafox, al momento de recibir la denuncia del secuestro de la empresaria, por los familiares de la misma, no envío el caso a la Fiscalía de Investigación de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (Fisdai), sino que mando un oficio de Investigación para la Policía Municipal de Acatzingo.
Y lógico, la Policía Municipal no investigo nada.
Lo segundo es que ordenó que el negocio de venta de tractores donde fue el secuestro fuera clausurado para investigación.
Estas dos acciones debieron haber puesto en alerta a los secuestradores, significaba que se había incumplido en el primero de los protocolos en casos de secuestro, el de no ser aviso a la Policía.
La misma funcionaria fue objeto de un justo reclamo de sus jefes directos, quienes le dijeron que si algo le pasaba a la empresaria la responsable iba a ser ella misma.
En estos momentos debe de estar respirando profundo, si es que la empresaria ya regresó a su casa.
Aunque este secuestro deja cabos sueltos y demasiada fuga de información.
¿Habrá comprado “El Mamer”, al Ministerio Público de Tepeaca y a otras autoridades del mismo rubro?
Nos vemos cuando nos veamos