No queda la menor duda, “El que tuvo, retuvo y el que tiene mantiene” tal sentencia ha dejado totalmente en claro el Matador Mario del Olmo mal anunciado como “en retiro” pues, el hoy también ganadero de bravo, nunca, nunca se ha cortado la coleta, parece estar esperando que le ocurra lo mismo que pasó al Matador Raúl Ponce de León hoy también ganadero y que nunca se la cortó…Solita se le calló y el pasado sábado; como dicho queda ha demostrado, en la última de la que antes con mucha tradición llamaban la Feria “De Todos los Santos” en la vecina Tlaxcala, que la clase, la sapiencia se incrementan con los años y no hacen falta propagandas absurdas ni toros de regalo, para alzarse en un merecido triunfo, como vemos en la foto a un muy sonriente Mario Del Olmo aupado a hombros por un entusiasta, el “Torero Azteca” Juan Antonio Hernández, toreo de dignidad y solemne maestría ofició Del Olmo ante un muy buen novillo de García Méndez en el Festival del pasado sábado.
Las Tv- transmisiones de las corridas de la Temporada Grande se han convertido en un auténtico “entiendeme al revés” o lo que es lo mismo; “está ocurriendo todo lo contrario a lo que estoy diciendo” ya en las Rs Ss, abundan los comentarios incluso cuestionando a los comentaristas: “qué sí en su lenguaje no se incluyen las palabras mansedumbre y sosería”. Medios puyacitos, nada más señalados para dar por cumplido el tercio de varas. Elogios redundantes y hasta calurosas felicitaciones a los señores ganaderos que deberían estar – según dijeron – orgullosos, felices de los 2 Toros 2 que sí no fueron buenos, al menos no fueron tan malos como sus hermanos… ¡Felicitaciones…cuando lo que salió por toriles es de dar pena! Verdadero Tormento, el tener que soportar, soplarse la corrida con esas voces que tanto dicen, menos, o exactamente lo contrario de lo que en el ruedo está ocurriendo. Se extrañan esos años, recientes aún en que uno podía en la comodidad de casa, ver la corrida en la Tv, cerrarle todo el volumen y en el equipo sintonizar la “señora doña W” y escuchar la modulada voz de Juan José Guerra, heredero del estilo narrativo, anecdótico sin caer en el abuso de la 1era, persona, muy salutativo de Paco Malgesto sobre todo sin tantos aspavientos, baratijas verbales, ni tanta falsedad, petulancia y flatulencia de las experiencias de los narradores en tal o cual acontecer….<< “Yo estuve ahí”...”Yo lo vi”…” me acuerdo que a mí me dijo”,,,>>. En la foto, uno de los del lote de Miguel Ángel Perera que embistieron con sosería y con la cabeza en alto.
De Tehocaltiche, es, en ese rincón de Jalisco donde nació el Torero hecho a base de un gran y enorme deseo de ser alguien importante en los toros y los mentados cronistas le ubican como de Aguascalientes; dicen el hidrocálido, ahí es donde actualmente se encuentra avecindado, si bien es cierto que en esa Escuela Taurina inició sus primeros pasos, capote y muleta en mano, y cierto es también que el domingo le hemos visto, capaz ya de hacer un toreo verdaderamente deslumbrante. La espada de acero convertida en vil palo de madera de árbol le privó de un triunfo que bien pudo haber sido de apoteosis, triunfo que Arturo Saldivar bien merece.
Verdaderas y refulgentes luces parecen brillar en el horizonte de nuestra fiesta, con los ejemplares de sus dehesas en el municipio de Pedro Escobero en el estado de Querétaro, ha enviado a la “Nuevo Progreso” de Guadalajara don Eduardo Martínez Urquidi de su casa ganadera de “Los Encinos”; cornivueltos, altos y finos de agujas para Enrique Ponce, y Octavio Garcia “El Payo” con Sergio Flores, que le acompañan para el cartel de este domingo y sí realmente el Maestro Ponce esta empeñado en marcar un parteaguas, que tanta falta hace en México, ya veremos lo que José María Arturo Huerta y su hijo el inquieto Javier enviarán a La México con el hierro de don Reyes Huerta para el domingo 1ero., de diciembre. Primero Dios y ya veremos otra cosa, diferente a lo hasta hoy visto.
Y, como todavía estamos en noviembre, van de despedida palabras, recuerdos de Ignacio Ibarra Mazari: << “Mi padre nos compraba hojaldras, rosquetes y coscorrones en miniatura, preciosas calaveras de azúcar que decían nuestro nombre en la frente, y unos dulces de azúcar, más blanca que una paloma, que eran dulces de alfeñique”>>.