Usted no está para saberlo, ni un servidor para contarlo, pero dos personajes de la política policial se preparan para entrar en acción en algún cargo relacionado con la administración de justicia y la seguridad pública.
Uno de estos personajes es Miguel Jiménez, de quienes se dice ya cobra como subsecretario de Seguridad Pública del Estado (SSP) y no solo asiste a las reuniones de seguridad, sino que también opina y se ocupa.
Miguel Jiménez tuvo su auge durante la administración de Luis Paredes Moctezuma, como presidente municipal del PAN, era el encargado de lo jurídico de la Secretaria de Seguridad Pública.
Otros cargos públicos le siguen dentro del gobierno panista, además de que fue agente del Ministerio Público Federal y otras historias que le han seguido a lo largo de su carrera como abogado
El segundo personaje es Ardelio Vargas Fosado, el ex director del Instituto Nacional de Migración (INM), durante la administración de Enrique Peña Nieto, además de ex secretario de Seguridad Pública durante la administración de Rafael Moreno Valle
Este personaje tampoco se pierde las reuniones de Seguridad Pública, parece que se estuviera o lo estuvieran preparando para algún cargo
¿El del Fiscal General del Estado?
Otro sospechoso al Hospital Guadalupe
Quien ya le hace compañía a Carlos Talavera Pérez, como inquilino del Hospital Guadalupe de Puebla, es otro líder de comerciantes tianguistas de San Martín Texmelucan, José Manuel Valencia Martínez, aprehendido recientemente en Yucatán, como presunto responsable de los delitos de misiones, robo agravado de dos celulares en agravio de tres policías de San Martín Texmelucan, además de motín.
Don Carlos Talavera, está internado y sujeto a proceso por delitos que tienen que ver con violencia en el área de tianguistas también de San Martín Texmelucan. Al igual que Valencia Martínez, cuentan con el mismo abogado, Flavio Alberto Carro Poblano.
El primer líder tuvo que ser hospitalizado por problemas médicos, el segundo alegó problemas de hipertensión, obesidad y ansiedad, que lo llevaron a que la jueza de control, Miriam Huerta Lechuga, consintiera que también fuera llevado al mismo hospital dónde planea su defensa.
Curioso no cree usted.
Nos vemos cuando nos veamos