Ahora que en todo el planeta, no sólo en el de los toros, ¡Vale! se habla de las tremendas, incontrolables embestidas del bravo y descompuesto “Covid” herrado a fuego con el número “19”. Una de esas, sus maliciosas cornadas se nos llevó la vida de aquel ganadero Don Borja Domecq, caballero, ese sí de estirpe, raza y de muy buena reata. De él, a su fallecimiento se ha dicho: “un hombre no derrotable, de carácter blindado por una armadura de principios insistentes…un caballero de educada personalidad e intransigencia en todo lo que no fuera esfuerzo y lealtad con el Toro”. Ese es el recuerdo, la impresión que deja a su partida otro de los grandes Domecq. Pero, nosotros también tenemos nuestros enormes ganaderos, para muestra, la remembranza que aquí hacemos de Don Mariano Muñoz González. Rememoro a uno de los nuestros cuyo nombre ligado al de su casa de toros criar “Zacarepec” se conservan en la memoria.
Los Muñoz ganaderos de muy buena reata de esos que se mantienen en la querencia de cuidar, defender la prevalencia de la bravura en ese difícil desempeño de toros bravos criar. Ganaderos como Don Mariano, Don Daniel Muñoz que dejan historia. Historias estas que al escribirlas llevan mucho el sonido de los cascos de los caballos en los caminos a los potreros y hasta el olor a polvo, junto con el sonar de las espuelas... “quad erat demostradtum”. Aquí un cartel de época, un encierro de Zacatepec para: Carlos Arruza José María Martorell y la alternativa de un chaval Alfredo Leal. Corrida de gran triunfo de Arruza con corte de las 2 orejas 2 y el rabo del bravo “Bardobían”. (FOTO 2 Cartel)
De ello estamos seguros, el legado de sus enseñanzas vivirán sempiternamente en Mariano, Bernardo, Alejandro y Juan Pablo, herederos del hierro de la “m” con divisa colores “Rojo y Plomo” Aquí va foto de la crónica de esa corrida, del 16 de noviembre de 1952, publicada en “Novedades”, de la pluma de don Carlos León quien con su sapiencia nos dejó escrito para leer que califica de “Gran toro al de Zacatepec” …y continua en su magistral crónica… “matemática faena en la que Arruza tiró de su repertorio, dando casi cien muletazos”.
Por ultimo la placa en bronce de bella magnificencia con un hermoso relieve del “Ciclón mexicano” instrumentando una impactante “Arrucina” que ahí en el bronce quedó plasmada junto con el nombre de “Bardobían” y el Fierro de la “m”. Firman y sufragaron el grande costo de la placa las peñas: “Porra libre”, “Las Corridas”, “Aficionados prácticos”, “Ingenieros”, “Don Dificultades” y “Curto Rivera”, todos taurinos de casta. Con respecto a lo que estamos viviendo, a nivel criadores de Toros Bravos reproducimos lo dicho por otro de los grandes nuestros, Don Fernando de la Mora: “Yo creo que esto nos va a ayudar a hacer un alto en el camino y soltarnos a caminar en mejor armonía que la que teníamos” Y sí estos son tiempos de reflexión y escombrar ideas y cosas, tiempo es de sacar de la imagen actual, tantos seudo protagonistas de la Fiesta, vividores y gorrones de callejón: todos “presumiendo” su triste porte, descuacharrangados, garraspatrosos y con esa fea manera – que no es moda – con las camisas sin fajarse.
Ya nos despedimos con lo que de la palabra Torpeza, nos dice Manuel Villas; he aprendido a cambiarla por estilo << Dios nos libre de la gente sin estilo >>…<< Esa gente que envilece la enigmática gracia>>.