La Consulta Popular fue un fracaso cantado que terminó en un verdadero desastre, ya que ni en el más pesimista de los presagios se pensó que votaría menos del 7 por ciento, de los mexicanos registrados ante el INE.

Y digo que es un desastre porque al final, como lo señalamos tantas veces, se quedaron a años luz de lograr que votaran los 38 millones de ciudadanos que se requerían para hacer vinculatorios los resultados.

Como siempre, habrá defensores a ultranza, negacionistas de la realidad que tendrán otros datos y que sostengan que la payasada de este domingo fue un éxito porque más del 97 por ciento de quienes intentaron hacerle el caldo gordo al mesías Macuspano, votaron “sí” a la enredada pregunta que en términos simples podría resumirse en ¿quieres o no que se aplique la ley?

La respuesta, a la pregunta y la pobre asistencia, era más que previsible, tan predecible como que este lunes el presidente utilizará su mañanera para arremeter contra el INE, los clasemedieros aspiracionistas, los medios de comunicación y cuanto enemigo se le venga a la mente.

Pero lo que López Obrador no reconocerá, es que esta Consulta Popular le servirá para saber que el pueblo bueno y sabio ya no está tan feliz, feliz, feliz; y sobre todo, que ya no cuenta con el respaldo incondicional de los 30 millones que votaron para hacerlo Presidente.

Además será el pretexto perfecto para pedir cambios y cabezas en el organismo electoral. Afortunadamente el INE ha demostrado que mantiene su autonomía pese a los embates y berrinches presidenciales.

Los videos de la ignominia

Al margen de conocer la veracidad de los videos donde presuntamente se embarazan urnas en Veracruz, hay que decir que si bien esas conductas no “tirarán” el conteo, demuestran que utilizar papel sin ningún tipo de seguridad y realizar un ejercicio de esta magnitud sin el respaldo del árbitro electoral, provocaron estas tropelías.

Recordemos que esas mismas acciones se documentaron en las consultas piteras con las que AMLO determinó cancelar el Aeropuerto de Texcoco y avalar la construcción del Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.

Nadie en su sano juicio puede creer que esas consultas, operadas y financiadas por los propios gobiernos de la 4T fueron auténticas.

A diferencia de los resultados manipulados e inflados de esas consultas patito, esta vez imperó el desinterés y el desgano por participar en esta tomada de pelo.

Exige más vacunas Barbosa

Ayer durante una entrevista banquetera en Tehuacán, el gobernador lanzó una serie de mensajes que resonarán hasta el corazón de la capital del país, a un lado del Zócalo, ahí en Palacio Nacional.

La tercera ola ya tiene a Puebla con las alarmas encendidas y pese a que se sabía de este riesgo, fuimos el estado con menor cantidad de población vacunada. De ahí que el reclamo concreto que realizó el gobernador para que el gobierno federal envíe más vacunas a Puebla está más que justificado.

Y reiteró que si la tendencia de contagios continúa, llegará la saturación hospitalaria en agosto y ya entrado en el tema, advirtió que solicitará a la CNDH que se pronuncie contra los negacionistas que con su cerrazón están impidiendo que se corten las cadenas de contagios.

También enfatizó que todos los gastos médicos de esta crisis sanitaria, en los hospitales del estado, han corrido a cargo de la entidad.

Queda claro que al Presidente le vale un pepino de dónde sacan los gobernadores el dinero para comprar medicamentos, oxígeno, insumos médicos, sueldos y hasta la gasolina para que operen desde las ambulancias hasta los servicios de terapia intensiva.

Habrá que ver si hay una respuesta inmediata a la exigencia de vacunas. Esperamos que a AMLO le sobren unos minutitos en su mañanera después de hablar de su capricho (la Consulta Popular) y sacar su rabia contra el INE. Ya se verá.