No cabe duda que varios empleaduchos de quinto nivel en el Charlie Hall se aferran a querer vivir en el pasado, con tal de seguir haciendo de las suyas, a costa de la misma banda que día con día se quema el lomo, pa’ llevar un poco de comida a su fanta.
Y es que luego de los estragos que ha dejado el maldito Covidio en la economía familiar, pos no queda de otra que seguirle fleteando con tal de ganarse honradamente unos morlacos.
O al menos eso pareciera a ojos de la banda fregona, pero nel, se ve que a los inspectores de la Secretaría de Gobernación de Puebla capital, les importa más arrasar con todo ambulante que se le pare encima, pase lo que pase.
Así como lo leen, mis carnales, y es que entre propios y extraños, crecen las alarmas por los moditos con que actúan los inspectores de la Segom, a cargo de Jorge Cruz Lepe, quienes, de plano, pareciera que primero pegan y luego preguntan.
Al menos así lo denunciaron testigos de una tremenda madrina que habrían propinado estos gorilazos a un vendedor de frituras, allá por la zona del Templo de San Agustín, quienes en bola arrebataron, patearon y dejaron lesionado al valedor.
Eso sí, mis carnales, hasta como pura ironía, a unos pasos de la Comisión de Derechos Humanos, los supuestos funcionarios dejaron al vendedor tirado en la lona, y aunque no se habrían identificado sí alardearon de su posición.
Conste, banda, aunque el ambulantaje está prohibido, no por eso hay que pasarse de lanza, mínimo con educación y decencia retirarlos de las calles, no vaya a ser que luego los correteados terminen siendo ellos mismos.
Ojalá que el Charlie Hall pongan en orden estas escenitas e injusticias, no vaya a ser que hasta los turistas se den color de cómo nos tratamos entre paisanos.
Le comen la lengua a la SEP
Con la novedad, mis valedores, que la SEP se quedó calladita de manera oficial luego que su héroe del barrio exhibiera cómo la dirección y el Comité de Padres de Familia de la Técnica 60 andan condicionando inscripciones y documentos pa’ la cuota “voluntaria” de 1 mil 200 morlacos.
Es más, resulta que los integrantes del mentado comité ya acaparan a reporteros que se les acercan pa’ dar solo su versión, impidiendo que otra fanta se les acerque, y todo parece indicar que la propia dirección ya les habría dado la espalda.
Por cierto, mis carnales, ya ni a la escuela dejan entrar a los integrantes del comité, no saben pa’ dónde voltear y hacerse los inocentes, aunque los padres de familia ya se las sábanas cómo la juegan.
Pa’ rematar, se cuenta que la dirección y su comitiva cada vez que escuchan hablar de medios, se quedan guardaditos y bajo llave.
Pos, ¿no que el que nada debe nada teme?