Sin que nadie se la esperara, el góber electo, Alejandro Armenta, mandó un santo mensajote luego de que se reunió y publicó fotos con su ex rival por la casa de El Alto, Eduardo Rivera.
Luego de fletearnos unas maratónicas campañas, al final de cuentas la gubernatura cemitera la acabó arrasando Alejandro Armenta.
Como era de esperarse, vinieron los mentados estira y afloja, la verborrea desde el hígado, los piquetes de ojo y hasta una que otra hurracarrana, al filo de las calenturas polacas.
Si del pasado 2 de junio pa’ estas fechas han pasado un chingo y dos montones de cosas, desde las entrañas del círculo rojo y desde los confines del Congreso camotero.
Como quien dice, mis culebras, hartos vientos ya han soplado en Puebla, como pa’ seguir aferrados al pasado, y más cuando los mentados reacomodos partidistas están a la orden del día.
Queda claro que los tiempos van cambiando y mientras más pronto pitufos, tricolores, similares y conexos se den color, más pronto le irán dando vuelta a la página.
Y es que la Netflix, ¿alguien habrá echado la bilis por el encuentro entre Armenta y Lalo?
Como bien la cantaba mi Tía Lucha, en la polaca no hay casualidades, nel, y habrá que tener presente el otro mensaje que mandó Alejandro Armenta.
Y es que la mismísima reunión con Lalo, pitufo de hueso colorado, fue el mero día en que el Congreso camotero terminó por despenalizar el aborto, mis carnales, ni más ni menos.
Pareciera que la unidad está cantada y cada uno tendrá que echarle los kilos pa’ que de las fotos y los discursos pasen a los hechos.
Congreso: máscara contra cabellera
Qué pinche chou que se terminó por armar antes de la sesión del Congreso camotero, donde acabó por despenalizarse el aborto, banda.
Resulta que los carnales que estaban a favor y en contra de la medida, sacaron a relucir el cobre, entre empujones, gritos, mentadas, zapes, y todo lo que se acumuló.
Tanto así, que mientras las valedoras a favor echaban pa’ delante y empujaban pa’ la despenalización, los grupos contras hicieron lo imposible pa’ evitar que los diputados entraran a la sesión.
Ya tenía varios ayeres que la polarización social no escalaba a bandos bien radicales.
Por lo mientras, el aborto ya fue despenalizado, y va siendo justo que todos y todas las valedoras se porten a la altura de los tiempos cemiteros, y no se dejen llevar por las pasiones.