¿Dónde está el fiscal General del Estado, Gilberto Higuera Bernal? Esa es la pregunta que recorre los pasillos de la Fiscalía General del Estado, desde hace varias semanas.
Y es que la Fiscalía General del Estado está prácticamente de cabeza, todos hacen lo que quieren y cuando quieren.
Algo así como "Cuando el gato no está en casa los ratones...".
Actualmente quien controla toda la FGE es Alejandra Odette Flores Ventura, directora de las Unidades Especializadas de Investigación, pero parece que nadie la respeta o toma en cuenta, porque las tranzas y malas decisiones al interior están a punto de colapsar las instalaciones de la 31 Oriente y Bulevar 5 de Mayo, de la colonia Ladrillera de Benítez.
Y le detallo algunas.
De entrada, la indicación que dio el Fiscal Higuera Bernal, para que fuera cesado de sus funciones Leonardo Pacheco Ruiz, del departamento de Operación Logística o de Inventarios, tras descubrirse malos manejos, además de que tiene un título inventado, se la pasaron por "el arco del triunfo" y lo engañaron o, dicho de otra forma, se burlaron.
Quienes se pasaron por "el arco del triunfo" la orden del Fiscal, fueron Cristóbal Arrieta Desentis, el Oficial Mayor, actualmente bajo aislamiento en su casa, por contagio de Covid-19, además de Huri Verónica Herrera Corichi, directora de Administración y Recursos Humanos, la que se quedó con una camioneta que debió haber sido entregada a la Fiscalía de Género y quien sabe con qué otras cosas más.
Y entre el oficial mayor, la directora de recursos humanos y Leonardo Pacheco Ruiz, existe un contacto de nombre Adrián, a quien utilizan para llevar y traer recados y documentos, aún con riesgo de que se contagie, pero con la promesa de que lo van a nombrar subdirector.
Y no piense el lector que a Verónica Herrera Corichi le preocupa que se enteren que se apoderó de una camioneta último modelo que no era suya, la sigue usando, como un franco reto a un Fiscal que nadie sabe por dónde anda.
Así las cosas, mientras que el Fiscal Higuera no aparece, la institución se ha convertido en una olla de grillos, donde los reclamos están a la orden del día.
El más reciente es el de la Fiscal de Género, Eugenia Calderón Olimán, quien al enterarse de que le pintaron un violín con los vehículos, mobiliario y equipos de cómputo para el trabajo que realizan ahora reclama que todo le sea entregado como se debe, y es que ni siquiera un horno de microondas le han querido entregar para que pueda calentar sus alimentos.
Y otra más que prepara demanda laboral contra la FGE es Leticia García, a quién la obligaron a renunciar al cargo de sub directora de indicios, por un mal informe que entregó su jefe directo al Fiscal Gilberto Higuera, Jorge Flores Mendoza, relacionado con los casos de Covid-19 en la institución.
Y la molestia no podía ser sólo porque un detenido en los separos de la Fiscalía murió por Coronavirus, sino porque también esta pandemia se llevó a Tranquilino Juárez Ortega, quien era el director del Instituto de Formación Profesional y además amigo del Fiscal, quien sufrió un infarto por complicaciones del mismo mal.
Le digo que a falta de un Fiscal de todo pasa en la FGE.
Nos vemos cuando nos veamos.